martes, 13 de enero de 2009

EL ARQUERO ZEN




El arquero zen está sentado

y en su mano se ha posado una jarra
marrón, con algo de vino; la otra
mano sostiene la cabeza

que por ahora en nada piensa.
Las hojas acarician el techo
de la galería, al caer;
hace calor. Adentro

se oye moverse a la mujer
y los hijos que también esta noche
han comido. De madrugada
tal vez habrá tormenta
si las nubes del fondo del cielo

se acercan. El arco,
lustrado, preparado,
ocupa su lugar
encima de la fuerte repisa.



Eduardo D' Anna (Rosario, Argentina, 1948)




1 comentario:

Anónimo dijo...

el poema LAS CASAS me encantó.